El otro día una amiga me comentaba que estaría por Jerez el
mismo fin de semana que yo, porque iba a ir a los 25 años de su graduación en
el cole en el que ambas estudiamos de pequeñas. Ese cole llegaba hasta lo que
antes era 8º de EGB y ahora 2º de la ESO.
Ella salió algunos años antes que yo, porque es mayor,
vamos, que no es que yo les cogiera querencia a las monjas y decidiera quedarme
unos añitos más.
Pues eso, que hacía ya 25 años que se graduó en la EGB y tenía cena con sus antiguas
compañeras. Que le hacía mucha ilusión.
Y pensaba yo…pa cuando me toque ¿Acudiré yo al evento?
Hombre, hay muchísimas compañeras que no sé nada de ellas, otras con las que
sigo teniendo contacto y no me hace falta una cena para saber de ellas… y otras
que con sinceridad ni puñeteras ganas de verlas. ¿La gente cambia? Porque si no
cambia mucho…si ya eran gilis a los 13…a los 38 no las aguanta ni su puñetera
madre….
Mis años escolares fueron buenos, la verdad. Los recuerdo en
general con cariño.
Como ya os he dicho era un cole de monjas.
No por nada en especial. Básicamente supongo que mi madre lo
escogió porque estaba a 5 minutos de casa y porque ella era profesora allí. Al menos cuando entré allí con 3 años.
En aquellos tiempos cole de monjas significaba: solo niñas y
uniforme, con altas posibilidades de que el modelito fuera espantoso. En este
caso era una horrible falda de cuadros verdes y azules, tableada para más inri,
jersey y calcetines azules.
De mis tiempos de parvulario no recuerdo gran cosa como
supondréis.
Sólo que entonces no se llevaba eso de que los niños deben
tener la misma profesora los tres años de educación infantil, y yo tuve 3. Una
por cada año. Sin grandes consecuencias sobre mi posterior vida académica ni mi
salud mental (bueno vale, esto último podría ser discutible…)
Recuerdo el patio. Enorme… Los columpios…incluida una rueda
de esas de hierro, que corrias a toda leche y luego te subías para marearte…. Las normas
de seguridad se ve que no eran tan severas, ni las madres tan atacadas…
Recuerdo los cabreos de mi madre por romper casi todos los días
un par de leotardos…y perder siempre los pendientes… (hasta que decidió
comprarme 7 u 8 pares todos iguales…e iba reponiéndolos sueltos de uno en uno…)
Recuerdo las coletas, el pelo tirante con raya hecha con precisión de tiralíneas.
De los primeros años de primaria (entonces EGB, repito)
recuerdo los cuadernos de grapa en el lomo y tapa gruesa rugosa… donde hacíamos
caligrafía ¿quién inventaría semejante tortura?? Recuerdo jugar a los cromos en
el recreo, a la comba, al elástico,…. la gimnasia rítmica, las excursiones a la central lechera...
¡¡Recuerdo que nos comíamos las bellotas que
caían de las encinas!! Jajajajjajaja No recuerdo que estuvieran malas…aunque
nunca he vuelto a probarlas…
Estoy pensando que esos años comiendo bellotas ¿¿hacen que
tenga jamón de pata negra??
Recuerdo que teníamos un huerto que cuidábamos con nuestro único profesor varón...D. Andrés...que era grande como un armario de 4 puertas, y muy destartalado, y todas lo queríamos mucho..porque era como Muzzy...grande y tierno...
Pero vamos a los años interesantes….
Los años a partir de 6º…
Yo reconozco que era una empollona. NO era la típica
empollona. No era asocial. Me dejaba copiar en los exámenes. Era muy
reivindicativa.
Tenía un amplio grupo de amigas…me llevaba bien con todo el
mundo…
Menos con el típico grupo de pijas. Esas que iban ya en 8º
maquilladas como una puerta y que por supuestísimo fumaban. Y mira tú, si lo
primero me daba envidia (mi padre se negaba a dejarme ir maquillada al cole con
13 años…qué cosas) lo segundo no me despertaba ningún interés.
Podéis haceros una idea de la pandi: Maquillaje, gafas de sol
(en la cabeza, no en los ojos por fa please), jersey anudado al cuello (en
verano y en invierno), cigarrillo en la boca en la puerta del cole y versión
minifalda de la falda del uniforme.
Ojo…. No una versión minifalda como la que lucíamos mis
amigas y una servidora, consistente en darle varias vueltas a la cinturilla (y que te guardabas muy mucho de volver a colocar en su longitud original antes de llegar a casa)…no…era
una minifalda ¡¡cortada y con dobladillo!!
Si yo le hubiera sugerido algo así a mi madre se me fuera
descojonao viva ( y eso que era profesora de corte y confección…hubiera sido pa
ella coser y cantar, nunca mejor dicho…. Que me lo dice a mí mi hija y me
descojono viva pero de imaginar que la
chiquilla me ve capaz de semejantes destrezas con el hilo y la aguja)
Pues eso…. Con deciros que una de ellas se llamaba Margarita
y se hacía llamar Margot podéis terminar de haceros la composición.
Lo peor de ellas no era nada de eso…. Ya os digo que la
mayoría de esos detalles a esas edades eran bastante envidiables…
Lo peor era que para cumplir con los estereotipos, eran unas
gilipollas de cuidado que no dudaban en reírse de las compañeras.
Vale que yo no estaba entre sus blancos. Nunca fui un blanco
fácil. No estaba gorda. No era torpe. No era tímida. Era contestona y con buena autoestima. Pero a mí aquello me
podía. Y no dudaba en saltarles fácilmente con un "Tu no serás gilipollas ¿verdad?". (luego me quejo de que E. me ha salido contestón...)
Por lo que entenderéis que tampoco les era muy querida.
En realidad no sé que llevaba peor del cole: a esas barbies en potencia o las clases de “pretecnología”
que es como llamaban las monjas a las clases de costura.
Nos mandaban hacer estuches, paneras, manteles….
Mis
creaciones digamos que nunca resultaron funcionales.
Dejémoslo ahí.
Y encima la
profesora metía el dedo en la llaga: ¿¿cómo es posible que seas hija de tu
madre?? Nos ha jodío... ¿¿qué esperaban?? ¿¿Qué hiciera punto de cruz desde los 3
años y petit point desde los 5?? ¿¿eso se hereda??
La pretecnología y la plástica eran mi cruz. Que coño eran....mejor usar el tiempo verbal presente. Son.
Y luego estaban las clases de educación física, entonces
llamada clases de gimnasia (término que me he visto forzada a desterrar de mi
vocabulario…porque según mis hijos a los profesores de “educación física” le
dices lo de gimnasia y es como si les dijeras perro judío)
En Educación Física, el uniforme consistía en unos
pantaloncitos indecentes que llamaban “puchos” .
¡Ay señor! tanta tela pa las faldas y tan poquita pa los
pantalones de deporte…
A mi me encantaba eso de saltar el potro, el plinto, hacer
volteretas…
En 8º hubo un aniversario de no se qué...las monjas tiraron la casa por la ventana y nos llevaron de viaje ¡¡a Italia!! Una semanita entera. ¡¡Sólo por eso merecieron la pena los 11a ños en el colegio!!!
En las pasadas navidades pasamos por la puerta...y les enseñe a mis hijos el cole..desde fuera.... Ahi sigue... aunque ya no quedan monjas, siguen quedando gilis imagino...en toda clase ha habido y habrá....
Y siguen llevando el mismo uniforme...con algunas modificaciones, que lo hacen aún pelín más feo si cabe...
En fin, que seguramente sí que iré al evento.... que yo en el fondo soy muy sensiblona y emotiva y pelín cotilla también, para que negarlo....Y si...vale...que me gusta un sarao más que a un tonto un lápiz...